martes, 26 de febrero de 2008

Instrucciones para dar cuerda al reloj



Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan algo que es tuyo pero que no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa, como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.

Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa.

Te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj: tú eres el regalado.

Texto íntegro (Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj):

http://www.lainsignia.org/2001/enero/cul_030.htm

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